Ir al contenido principal

Algo que me encontré pensando más de una vez en estas últimas semanas


Qué loco esto del afamado "campo",
que no es más que un compendio de intereses que intentan no ser financieros...
¿pero qué intentan ser?

Es que, apenas llegué a Sarmiento y Libertador, un hombre de unos 50 años me alcanzó a mi, y a una veintena de personas, una carta en la que expresaba su opinión, denuncia y pedido a la ciudadanía porteña. O a la que asistía al acto, por los menos.

El título de la nota era algo así como "Por una Argentina libre, cristiana y..." algo más que se me escapó en este instante de la memoria y que, después de tantos días de ver ese papel blanco sentado en mi escritorio, me doy cuenta de que ya debe haber sido pesado por algún cartonero del otro lado de la General Paz.
¿Cuántos gramos habrá señalado la balanza?

El punto de todo esto es concentranos por unos instantes en la palabra "cristiana". Chocante, aunque tal vez demasiado obvia. Porque cuando era chica me enseñaron muchas cosas, y una de ellas fue que de la "moral cristiana" hay que desconfiar, por blanca, por pulcra, por hipócrita. O por lo menos la de algunos. O por lo menos eso entendí yo.

Entonces estaba este hombre invocando en una suerte de súplica divina, a los hombres y al Señor, que por favor conviertan al país en lo que él creía, en fe y razón, debía ser esta Nación que, más que argentina, era argenta. La Virgen de Luján, presente en actos anteriores, respaldaba su ruego.

Dos horas más tarde ahí estaba yo, pero desde el balcón de la casa de mi amiga Sol -de religión judía, de profesión estudiante, de característica sobresaliente su facilidad para tener tema de conversación-, hablando de olor a choripán y haciendo cálculos estimativos de la cantidad de personas presenten en el acto. Pero también debatiendo árduamente sobre aquellos que sostenían banderitas de diez pesos más allá y cinco pesito' más acá, que eran agitadas cual insigna patria en el Mundial '78: punto número uno, muy lindos chicos y excelentes partidos, y una graciosa forma de usar una palabra tan políticamente orgánica para describir a los especímenes del otro sexo; dos, que "cuando terminó el Ave María y llegó el momento de persignarse, ¡todos movieron la mano derecha al mismo tiempo!", me dijo Sol con tono de escándalo y con una decepción tan genuina. "¡Ni uno judío!".

Lamento, querida amiga, que haya gente pidiéndole a Dios -ese que en los Simpsons tiene los pies muy muy grandes- que seamos "libres" y "cristianos". Porque tenemos que alentar la propiedad privada, cosa que repentinamente recuerdo había escrito el cincuentón bien conservado.

No importa, compañera. Juntemos ateos, judíos, budistas y estudiantes de periodismo sin novia y con algo en la cabeza -aunque sea poquito, poquito-, y hagamos flor de fiesta hereje para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero. Y que las niñas católicas procreen argentinitos, que nosotras usamos forro. No es mi intención "pervertirte", pero amén.
¿Qué más?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Libertad de opresión: censura en Salta

Censura económica contra la diversidad sexual en los medios salteños. Levantan programa de radio gay por presión de anunciantes relacionados a sectores religiosos Aries FM decidió levantar el programa “Bajo Sospecha” argumentando presiones de anunciantes de la emisora. La dirección de radio Aries 91.1 FM de la ciudad de Salta decidió levantar los programas Asuntos Domésticos y Bajo Sospecha de su programación de Verano, luego de que los anunciantes que pautan en el horario en que se emitían ambos, Sábados de 8 de la mañana a 12 del mediodía (producidos por el mismo equipo de profesionales); amenazaran con quitar la publicidad de la radio, aduciendo que no les interesaba “quedar pegados” al contenido de ambas propuestas radiales. Si bien ambos programas tienen como eje la promoción de derechos, el programa Bajo Sospecha está abiertamente “fuera del closet” y aborda temas que al parecer “incomodaron” a los sectores más conservadores de la audiencia masiva que p...

Latinoamérica al 2200

Con una población en su mayoría joven, hay un barrio de la capital salteña para el que la opulencia de la vecina Grand Bourg parece lejana. Villa Luján no se construyó alrededor del poder, si no a orillas del Canal del Oeste. Otro cuestionado Día de la raza pasó y los vecinos que se juntan en la 12 de octubre lo que menos que hacen es esperar a que los conquisten. Por Julieta Lucero Mientras instituciones del Estado salteño, como la biblioteca provincial Atilio Cornejo, conmemoran el Día de la Raza y otras, como el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), rechazan su nominación, la calle 12 de octubre de la ciudad de Salta está en proceso de convertirse ya no en una fecha de llegada, sino en un punto de partida para los habitantes del barrio Luján. Según los libros escolares, hace 517 años que Colón pisó por primera vez América. Pasaron sólo 60 años desde que existe Villa Luján y, para suerte de los vecinos del lugar, todavía nadie los ...

Como campo al dedo

La naturalización del trabajo infantil como producto de un proceso histórico estructural no convierte la situación de los chicos que encañan tabaco o despalillan ají en una menos grave. Casi sin actividades de recreación y educativas extraescolares, y con el hambre sobre la mesa familiar, los niños de La Viña trabajan en un mercado que tiende a expulsar a sus propios padres y condenarlos a un círculo de exclusión del que les resulta casi imposible salir. Hablan los protagonistas. Por Julieta Lucero Agustín es el mayor de siete hermanos y no tiene mucho tiempo para jugar. Ayuda al papá en el tabaco, despalilla ají, le trabaja un potrero con cebolla a la abuela, va a levantar anís con amigos, cuida a los animales del vecino y, además, va a la escuela. “Como no alcanza para comer, con lo que me pagan voy y le digo a mamá que mande a mi hermanito al almacén y compre lo que falta para cocinar”, dice, afianzado con una mano a la reja de entrada de la casa. Con su cuerpo inclinado hacia ...