El miedo, la angustia y el pánico generalizado que provocaron las corridas el viernes a la noche en el Personal Fest 2007 son sentimientos y acciones muchas veces imposibles de evitar. Pero ignorar un hecho, por más pequeño que sea, es una decisión conciente de personas que analizan cómo manejar la información y prefieren ocultar lo que pasa. Aquí, la crónica de lo que fue y no se dijo. Según el horario que las pantallas gigantes anunciaban, el set de Snoop Dog estaba casi una hora y media atrasado. La gente, cansada de esperar, estaba sentada en el campo de rugby del Club Ciudad de Buenos Aires debatiendo entre irse o seguir en esa cadena de bostezos en que se había convertido la espera. Fue pasada la una de la madrugada cuando las pelucas azules y fucsias, consigna de la máquina publicitaria que auspició el festival, se empezaron a mover más rápido. Desde el piso parecía que se acercaban hacia el escenario. Sin embargo los escépticos, cansados de levantarse cada vez que los músicos d
Un poco de chancho. Otro poco de rosa.