Mataron a casi 160 personas con artillería pesada durante una protesta en Guinea, al oeste del continente africano. En ese país viven bajo un regimen militar y estaban pidiendo la vuelta a la democracia.
Muchas veces no nos importa ni lo que le pasa al vecino, pero estar cosas resultan tan lejanas y tan cercanas a la vez, que es mejor, aunque sea, leer el diario de quien está sentado al lado de uno en el colectivo, por arribita del hombro nomás. O en este blog.
Muchas veces no nos importa ni lo que le pasa al vecino, pero estar cosas resultan tan lejanas y tan cercanas a la vez, que es mejor, aunque sea, leer el diario de quien está sentado al lado de uno en el colectivo, por arribita del hombro nomás. O en este blog.
Nota de hoy, de la edición impresa del diario porteño Crítica de la Argentina.
157 MUERTOS DURANTE LA REPRESION A UNA MARCHA OPOSITORA
Guinea se escribe con sangre, sudor y lágrimas
El ejército disparó contra manifestantes que repudiaban a la junta militar que controla la ex colonia francesa. Acusan al presidente de romper su promesa de devolver el gobierno a los civiles.
“Mi hospital parece un matadero”, lamentaba un médico en una clínica de Conakry tras la sangrienta represión de una manifestación opositora en Guinea en la noche del lunes. Las fuerzas de seguridad de este país del oeste africano, entre ellos también miembros de la guardia presidencial, arremetieron con toda dureza contra los manifestantes, no sólo con gas lacrimógeno y bastones, sino con artillería pesada. Según informan organizaciones defensoras de los derechos humanos y fuentes hospitalarias, hay al menos 157 muertos y más de mil heridos.
A pesar de la prohibición, unas 50 mil personas salieron a las calles de la capital, Conakry, para repudiar al capitán Musa Dadis Camara y su junta militar, que asumió el control de la ex colonia francesa mediante un golpe de Estado incruento, tras la muerte del presidente Lausana Conte en diciembre pasado.
Gran parte de los cadáveres fueron recogidos en el estadio 28 de Septiembre y sus alrededores, donde se concentraron decenas de miles de opositores hasta que las fuerzas de seguridad comenzaron a lanzar bombas lacrimógenas y a disparar sobre los manifestantes. “Han disparado directamente contra las personas. Han intentado matarnos”, dijo a la BBC el ex primer ministro Sidya Toure, que resultó herido por los disparos. Al menos dos líderes de la oposición, entre ellos Cellou Diallo, dirigente de la Unión de Fuerzas Democráticas de Guinea, fueron detenidos. Según algunos testigos, miembros de una unidad de élite militar abusaron de mujeres en plena calle.
La oposición acusa a Camara de querer perpetuarse en el poder, a pesar de su promesa de llamar a elecciones el próximo 31 de enero. Luego del golpe de Estado, Camara había prometido luchar contra la corrupción, sanear la economía y regresar el poder a la sociedad civil. Sin embargo, en los últimos meses crecieron las sospechas de que Camara busca presentarse como candidato a la presidencia, en lugar de dar paso a un gobierno civil. Paralelamente, aumentaron las informaciones sobre ataques del ejército, expropiaciones arbitrarias e intimidación de opositores. “Detendremos a quienes no se atengan a la autoridad del Estado”, había declarado Camara. Ayer se esforzó por mantener la calma: “No he asumido el poder para conducir a la nación a un enfrentamiento”, aseguró el líder militar.
El gobierno francés calificó lo sucedido de “masacre y grave violación de los derechos humanos” y cortó la ayuda militar a Guinea. A petición francesa, la Unión Europea (UE) evaluará hoy medidas complementarias. “Francia está de acuerdo con la Unión Africana y sus socios en el Consejo de Seguridad de la ONU en que lo sucedido tenga consecuencias”, señala un comunicado del Ministerio de Exterior en París. “Estamos evaluando todos los medios para llevar rápidamente ayuda médica a los heridos”.
También el alto representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior, Javier Solana, “condenó rotundamente” en un comunicado la sangrienta represión de los manifestantes. Solana instó a las autoridades a liberar a los opositores detenidos, “ejercer la máxima moderación y garantizar una transición pacífica y democrática”.
Luego de nueve meses de gobierno militar, Guinea se encuentra aislada internacionalmente y expulsada de la comunidad de estados del oeste africano, Ecowas. Ayer, el director político de Ecowas, Abdelfatah Musah, advirtió que la organización no sólo se plantea endurecer las sanciones existentes, sino que evalúa una posible intervención militar en el país. (DPA)
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