Los que secuestran, ¿no tienen hijos? ¿No tienen hambre? ¿No tienen otro trabajo, porque tienen hijos y tienen hambre? ¿O tienen todo, pero no tienen nada? ¿O tuvieron?
Y los que mandan a secuestrar y después piden que se juzgue a los chicos como se juzga a los grandes, ¿no tienen hijos de la misma edad durmiendo en el cuarto de al lado? ¿Y si hacemos como los chicos y no los invitamos a jugar, ni les hablamos, ni les prestamos los juguetes? ¿O los tratamos como estos grandes tratan a los chicos, los matamos de hambre y después los secuestramos para que no hablen?
Cuánto cinismo, qué asco.
OCHO ATAQUES EN SIETE MESES
Mensajes mafiosos a los Chicos del Pueblo
En la última semana hubo tres secuestrados que fueron drogados. La organización, que integra la CTA, pidió protección a Scioli y a Stornelli.
“Por denunciar que el hambre es un crimen estamos asediados por el terror.” El que habla es Alberto Morlachetti, coordinador del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo. Todavía no sale de su asombro. En la última semana tres jóvenes de la organización fueron secuestrados y amenazados. En lo que va del año, los ataques suman ocho y todos ocurrieron en territorio bonaerense. Las entrevistas con el gobernador Daniel Scioli y el máximo encargado del área nacional, el ministro de Seguridad y Justicia, Aníbal Fernández, no dieron resultado. Los atentados, incluso, se agravaron.
El primer ataque de la semana fue el lunes 24 y la víctima fue una educadora de la Red El Encuentro, de José C. Paz. La joven fue secuestrada en aquella localidad y abandonada horas después a metros del Cementerio de la Chacarita. El siguiente fue el jueves, esta vez contra un miembro del Hogar Juan XXIII de la Obra Don Orione, quien por segunda vez en tres meses se convirtió en blanco de un atentado. El chico fue dejado en Constitución. En los dos casos los jóvenes fueron drogados, el segundo hasta que lo dejaron inconsciente.
El viernes, la violencia y las amenazas se repitieron. El lugar elegido fue Pelota de Trapo, una fundación que contiene un hogar con cuarenta chicos y varios proyectos productivos, y que funciona desde hace 34 años en Avellaneda. Se llevaron en un auto, y durante una hora, al sereno del lugar.
Entre el primero y el segundo secuestro de la semana, los integrantes del movimiento se reunieron con Scioli y su ministro de Seguridad, Carlos Stornelli. Las promesas de protección fueron similares a las que meses atrás les había hecho Aníbal Fernández. Sin embargo, los ataques se repitieron. “Junto a los máximos dirigentes de la CTA denunciaremos los detalles de los hechos y los pasos que seguiremos ante esta grave situación”, adelantó Morlachetti. La conferencia de prensa será hoy, a las 7.30, en la sede nacional de la central, de la que es parte el movimiento que desde hace años encabeza la campaña “El hambre es un crimen”. De la mano de distintas organizaciones sociales, la campaña recorre el país denunciando la pobreza que sufren millones de niños.
Y los que mandan a secuestrar y después piden que se juzgue a los chicos como se juzga a los grandes, ¿no tienen hijos de la misma edad durmiendo en el cuarto de al lado? ¿Y si hacemos como los chicos y no los invitamos a jugar, ni les hablamos, ni les prestamos los juguetes? ¿O los tratamos como estos grandes tratan a los chicos, los matamos de hambre y después los secuestramos para que no hablen?
Cuánto cinismo, qué asco.
OCHO ATAQUES EN SIETE MESES
Mensajes mafiosos a los Chicos del Pueblo
En la última semana hubo tres secuestrados que fueron drogados. La organización, que integra la CTA, pidió protección a Scioli y a Stornelli.
“Por denunciar que el hambre es un crimen estamos asediados por el terror.” El que habla es Alberto Morlachetti, coordinador del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo. Todavía no sale de su asombro. En la última semana tres jóvenes de la organización fueron secuestrados y amenazados. En lo que va del año, los ataques suman ocho y todos ocurrieron en territorio bonaerense. Las entrevistas con el gobernador Daniel Scioli y el máximo encargado del área nacional, el ministro de Seguridad y Justicia, Aníbal Fernández, no dieron resultado. Los atentados, incluso, se agravaron.
El primer ataque de la semana fue el lunes 24 y la víctima fue una educadora de la Red El Encuentro, de José C. Paz. La joven fue secuestrada en aquella localidad y abandonada horas después a metros del Cementerio de la Chacarita. El siguiente fue el jueves, esta vez contra un miembro del Hogar Juan XXIII de la Obra Don Orione, quien por segunda vez en tres meses se convirtió en blanco de un atentado. El chico fue dejado en Constitución. En los dos casos los jóvenes fueron drogados, el segundo hasta que lo dejaron inconsciente.
El viernes, la violencia y las amenazas se repitieron. El lugar elegido fue Pelota de Trapo, una fundación que contiene un hogar con cuarenta chicos y varios proyectos productivos, y que funciona desde hace 34 años en Avellaneda. Se llevaron en un auto, y durante una hora, al sereno del lugar.
Entre el primero y el segundo secuestro de la semana, los integrantes del movimiento se reunieron con Scioli y su ministro de Seguridad, Carlos Stornelli. Las promesas de protección fueron similares a las que meses atrás les había hecho Aníbal Fernández. Sin embargo, los ataques se repitieron. “Junto a los máximos dirigentes de la CTA denunciaremos los detalles de los hechos y los pasos que seguiremos ante esta grave situación”, adelantó Morlachetti. La conferencia de prensa será hoy, a las 7.30, en la sede nacional de la central, de la que es parte el movimiento que desde hace años encabeza la campaña “El hambre es un crimen”. De la mano de distintas organizaciones sociales, la campaña recorre el país denunciando la pobreza que sufren millones de niños.
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